OTOÑO DE LOS JABALINES, EL

2005. La narración está ambientada en la montería andaluza, que va sufriendo una transformación paralela a la de los propios hombres de sierra. Esta es la historia de Gabriela, una mujer cordobesa de la familia de los vinagres. Piconera de niña y ventera después, seguimos su larga peripecia marcada por la pobreza, el amor y la violencia. Los personajes de esta novela, a veces desgarrada y a veces tierna, son duros, apasionados y fuertes. Están forjados en la necesidad porque, como dice uno de los protagonistas, los pobres tenemos que rebuscar, arañar, aguantar, apurar, bregar, como los jabalines.